Panal 361
"Un discurrir en el que lo anómalo y lo familiar se cuelan e inmiscuyen. Conviven. El tiempo es, tal vez, aquel de la mirada. Pero no de cualquier mirada. Pareciera que las cosas acontecieran sólo bajo la lente atenta y diáfana de Yanina García. Dinosaurios abandonados, superhéroes que cuidan celosamente playas atiborradas de familias, la naturaleza tenue y avasallante a la vez, picnics con adminículos plásticos multicolores, grupos humanos hundidos en la morosidad estival. Una normalidad ociosa interceptada por lo que pareciera nadie ve. Sólo Yanina. Los trabajos rehúsan a la manipulación y a los retoques. La realidad emerge como una gran hipérbole (a cara lavada). Ahí está. Ella la captura y produce en nosotros el efecto de distanciamiento que todos necesitamos de vez en cuando."
"Un discurrir en el que lo anómalo y lo familiar se cuelan e inmiscuyen. Conviven. El tiempo es, tal vez, aquel de la mirada. Pero no de cualquier mirada. Pareciera que las cosas acontecieran sólo bajo la lente atenta y diáfana de Yanina García. Dinosaurios abandonados, superhéroes que cuidan celosamente playas atiborradas de familias, la naturaleza tenue y avasallante a la vez, picnics con adminículos plásticos multicolores, grupos humanos hundidos en la morosidad estival. Una normalidad ociosa interceptada por lo que pareciera nadie ve. Sólo Yanina. Los trabajos rehúsan a la manipulación y a los retoques. La realidad emerge como una gran hipérbole (a cara lavada). Ahí está. Ella la captura y produce en nosotros el efecto de distanciamiento que todos necesitamos de vez en cuando."
Mariela Yeregui, marzo 2018, Buenos Aires
Sala 1
Sala 2